ELECCIONES EUROPEAS
9 de junio
La Unión Europea se enfrenta a numerosos retos globales. Las decisiones que se tomen en los próximos años serán cruciales y nuestro voto en las próximas Elecciones Europeas marcará el rumbo de las instituciones comunitarias. El 9 de junio es el momento de decidir el futuro que queremos en cuestiones de medio ambiente, seguridad, migración, economía o políticas sociales, entre otros muchos temas. Es el momento de defender la democracia y usar nuestro voto de manera crítica e informada.
El 76% de las leyes aprobadas en España en 2023 tenían origen europeo
(datos de la Oficina del Parlamento Europeo en España)
Los jóvenes, muy europe@s y mucho europe@s
Según un estudio reciente, las personas jóvenes españolas de entre 18 y 24 años son claramente europeístas, optimistas y confían en la eficacia de la presión sobre sus representantes políticos:
El estudio revela que a las y los votantes jóvenes les gustaría que hubiera un marco ilusionante en estos comicios para poder votar en positivo. Hay razones para la esperanza…
Solo un 5% piensa que la UE es negativa.
Un 84% piensa que aún estamos a tiempo de evitar las peores consecuencias del cambio climático.
Un 80% piensa que no podemos confiar en que los gobiernos y las empresas hagan lo mejor para combatir cambio climático, hay que presionar
Los chicos eligen la libertad, las chicas prefieren la igualdad
El voto joven es el gran deseado y a la vez, la gran incógnita en los procesos electorales. Por eso, una encuesta ha tratado de averiguar cuáles son los valores que movilizan el voto en el segmento de edad entre los 18 y los 30 años, con la vista puesta en las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran dentro de un mes, el 9 de junio. Sus resultados se han presentado hoy bajo el título “Entre el amor y el ghosting: la juventud española ante Europa”, justo el día previo a la celebración del Día de Europa.
Europa tiene buena imagen entre los jóvenes, pero la mayoría desconoce el funcionamiento de las instituciones de la UE.
Sólo un 33% de los encuestados asegura que irá sin duda a votar.
El estudio, diseñado por Talento para el Futuro con el apoyo de la plataforma
Polétika, ha realizado mil entrevistas en todo el país.
La desafección es generalizada, con un 65% de las y los jóvenes encuestados decepcionados por los representantes políticos.
Uno de los resultados es que en casi todas las variables analizadas se observa una diferencia de género clara: mientras los chicos eligen la libertad; las chicas prefieren la igualdad como valor principal. Además, las mujeres jóvenes se sitúan más a la izquierda del espectro político, pero son las que menos votan. El cambio en sus valores se profundiza conforme van creciendo, orientándose hacia valores tradicionalmente más progresistas, como la igualdad.
La política no les representa y la UE les queda lejos
Los datos dicen que el 65% de los jóvenes encuestados se siente decepcionado por los representantes políticos (y de ellos, los hombres de 25 a 30 años son los más decepcionados, con tasas que superan el 70%).
Esa desafección alcanza también al ámbito europeo: a pesar de que la juventud española sigue siendo mayoritariamente europeísta -un 65% cree que la Unión Europea (UE) es beneficiosa para su país y para sus vidas y solo un 15% apoyaría la salida de España-, un 35% de las personas jóvenes encuestadas dice no sentirse “representadas por la UE”. En este caso, son las jóvenes auto identificadas como conservadoras las que más sienten que la UE las representa (36%).
Y aunque el último Eurobarómetro augura una alta participación en estos próximos comicios, poco más del 30% de las chicas y chicos encuestados estaba al tanto de la cita electoral y además afirman que irán a votar. En lo positivo, otro 33% consideraría ir a votar si tuviera más información sobre las propuestas en juego. Por tanto, convertir el entusiasmo en compromiso electoral es claramente un desafío que nos plantea la juventud con derecho a voto en España.
Aproximadamente el mismo porcentaje que dice no sentirse representado por la UE afirma no entender bien el funcionamiento de las instituciones europeas (dato que sube hasta el 40%), por lo que podríamos establecer un paralelismo entre conocimiento y vinculación.
Esta falta de conocimiento es amplia y extendida, sin diferencias entre hombres y mujeres ni en el eje izquierda/derecha.
“Es decir, la idea abstracta de Europa seduce a los jóvenes, pero la figura de la Unión Europea les resulta difusa, lejana y con un funcionamiento difícil de entender”, resume Belén Agüero, investigadora a cargo del análisis y miembro de la plataforma Poletika. “Esta falta de información es un factor que puede empujar a este grupo de edad a quedarse en casa el próximo mes de junio,por lo que consideramos que las campañas de alfabetización sobre la UE son urgentes y necesarias, pero deben ser lo más claras posible y utilizando los códigos y canales a través de los que se informa el público más joven”, añade.
Recetas para aumentar la participación juvenil en la política
Está claro que las instituciones tienen un problema con la escasa involucración de la juventud: más del 95% de las y los encuestados no se vincula a ningún tipo de organización política. La razón principal elegida tanto por hombres como mujeres es una cuestión de voluntad: sencillamente, no quieren participar. Y este argumento es bastante más alto en el caso de ellas, con casi un 40%.
Sorprende que entre las mujeres los principales motivos de la falta de participación es el desinterés por la política, mientras que entre los hombres la mayor parte de respuestas se centra en la falta de tiempo (60%).
“Está claro que las instituciones europeas necesitan convertir a los jóvenes en sus aliados más cercanos, incluyendo su visión y sus voces en su día a día, más allá de los programas de prácticas y de las citas electorales”, defiende Mireya Diouri, desde Talento para el Futuro.
“Se puede empezar con medidas sencillas, como informar del funcionamiento de las instituciones desde una perspectiva que incluya lo práctico y lo tangible -desde asistir a un pleno en el que se aprueban medidas que afectan directamente a su situación, hasta visitar foros escolares en los que hablar de tú a tú con los alumnos- hace que la experiencia europea se convierta en algo conocido y de confianza a lo que vale la pena dedicar nuestra atención”, sugiere.